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La memoria - Umberto Eco
Carta de Umberto Eco para su nieto (en español)
Querido nieto,
No querría que esta carta navideña sonase demasiado “deamicisiana” y exhibiese consejos acerca del amor por los nuestros, por la patria, por el mundo y cosas de este tipo. No la escucharías y en el momento de ponerlos en práctica, (tú adulto y yo pasado) el sistema de valores habrá cambiado tanto que probablemente mis recomendaciones resultarían caducas.
Así que quisiera centrarme en una sola recomendación que estarás en condiciones de poner en práctica también ahora, mientras navegas en tu iPad, cometeré el error de desaconsejártelo, no tanto porque parecería un abuelo chapado a la antigua sino porque también yo lo hago.
Como mucho puedo recomendarte, si por alguna casual entiendes sobre los centenares de sitios porno que muestran la relación entre dos seres humanos, o entre un ser humano y un animal, en miles de modos, intenta no creerte que el sexo es eso, entre otras cosas muy monótono, porque se trata de una puesta en escena para obligarte a no salir de casa y no observar a las chicas de verdad.
Parto del principio de que eres heterosexual, en caso contrario adapta mis consejos a tu caso. Mira las chicas, en la escuela o donde vayas a jugar, porque son mejor las auténticas que las que salen por televisión y algún día serán más satisfactorias que las que veas on line. Cree a quien tiene más experiencia que tú (si hubiese visto solo sexo en el ordenador tu padre nunca habría nacido, y tú quien sabe donde estarías).
Pero no es de esto de lo que quería hablarte, más bien de una enfermedad que ha afectado a tu generación y también a los chicos más mayores que tú, que tal vez ya vayan a la universidad: la pérdida de memoria.
Es verdad que si te entran ganas de saber quien fue Carlo Magno o donde está Kuala Lumpur no tienes más que pulsar unas cuantas teclas e internet te lo dice de inmediato. Hazlo cuando haga falta, pero tras buscarlo intenta recordar todo cuanto se te ha dicho para no verte obligado a buscarlo una segunda vez si por casualidad tuvieses la necesidad impulsiva, tal vez por una investigación para la escuela.
El riesgo es que, así como piensas que tu ordenador te lo pueda decir a cada instante, tú pierdas el gusto de metértelo en la cabeza. Sería un poco como si habiendo aprendido que para ir de una calle a otra, hay autobuses o metros que te permiten desplazarte sin cansarte (que es comodísimo, hazlo también cada vez que tengas prisa) tú piensas que así no tienes más necesidad de caminar. Pero si no caminas lo suficiente te conviertes en “discapacitado”, como se dice hoy para referirse a quien está obligado a moverse en silla de ruedas. Está bien, sé que haces deporte así que sabes mover tu cuerpo, pero volvamos a tu cerebro.
La memoria es un músculo como los de las piernas, si no ejercitas se atrofia y te conviertes (desde el punto de vista mental) en discapacitado, o sea (hablemos claro) un idiota. Además, así como para todos, está el riesgo que cuando envejeces padezcas el alzheimer, una de las maneras de evitar este desagradable incidente es ejercitar siempre la memoria.
Aquí mi dieta. Todas las mañanas aprende algún verso, una breve poesía, o como nos hicieron a nosotros, “La cavallina Storna” o “Il sabato del villaggio”. Y tal vez compitas con los amigos para ver quien lo recuerda mejor. Si no te gusta la poesía hazlo con la posición de los futbolistas, pero no te quedes solo con los jugadores de la Roma de hoy, también con aquellos de otros equipos y tal vez de los jugadores del pasado (fíjate que yo me acuerdo del equipo del Torino cuando su avión se estrelló en Superga con todos sus jugadores a bordo: Bacigalupo, Ballarin, Maroso etc.).
Haz competiciones de memoria, por ejemplo de los libros que hayas leído (¿quien estaba a bordo de La Española en busca de La Isla del Tesoro? Lord Trelawney, el capitán Smollet, el doctor Livesey, Long John Silver, Jim…). Fíjate en si tus amigos recuerdan quiénes eran los sirvientes de Los Tres Mosqueteros y de D’Artagnan (Grimaud, Bazin, Mosqueton y Planchet)…Y si no quisieras leer Los Tres Mosqueteros (y no sabes lo que te pierdes) hazlo, qué sé yo, con alguna de las historias que hayas leído.
Parece un juego (y es un juego) pero verás como tu cabeza se poblará de personajes, historias, recuerdos de todo tipo. Te habrás preguntado por qué el ordenador se llamaba hace un tiempo, cerebros electrónicos: es porque fueron concevidos sobre el modelo de tu (de nuestro) cerebro, pero nuestro cerebro tiene más conexiones que un ordenador, es una especie de ordenador que llevas contigo y que crece y se refuerza con el ejercicio, mientras el ordenador que tienes sobre la mesa cuanto más lo usas más velocidad pierde y tras unos años tienes que cambiarlo. Sin embargo tu cerebro hoy puede durar hasta 90 años y a los 90 años (si lo has ejercitado) recordará más cosas de las que recuerda ahora. Y gratis.
Es verdad que si te entran ganas de saber quien fue Carlo Magno o donde está Kuala Lumpur no tienes más que pulsar unas cuantas teclas e internet te lo dice de inmediato. Hazlo cuando haga falta, pero tras buscarlo intenta recordar todo cuanto se te ha dicho para no verte obligado a buscarlo una segunda vez si por casualidad tuvieses la necesidad impulsiva, tal vez por una investigación para la escuela.
El riesgo es que, así como piensas que tu ordenador te lo pueda decir a cada instante, tú pierdas el gusto de metértelo en la cabeza. Sería un poco como si habiendo aprendido que para ir de una calle a otra, hay autobuses o metros que te permiten desplazarte sin cansarte (que es comodísimo, hazlo también cada vez que tengas prisa) tú piensas que así no tienes más necesidad de caminar. Pero si no caminas lo suficiente te conviertes en “discapacitado”, como se dice hoy para referirse a quien está obligado a moverse en silla de ruedas. Está bien, sé que haces deporte así que sabes mover tu cuerpo, pero volvamos a tu cerebro.
La memoria es un músculo como los de las piernas, si no ejercitas se atrofia y te conviertes (desde el punto de vista mental) en discapacitado, o sea (hablemos claro) un idiota. Además, así como para todos, está el riesgo que cuando envejeces padezcas el alzheimer, una de las maneras de evitar este desagradable incidente es ejercitar siempre la memoria.
Aquí mi dieta. Todas las mañanas aprende algún verso, una breve poesía, o como nos hicieron a nosotros, “La cavallina Storna” o “Il sabato del villaggio”. Y tal vez compitas con los amigos para ver quien lo recuerda mejor. Si no te gusta la poesía hazlo con la posición de los futbolistas, pero no te quedes solo con los jugadores de la Roma de hoy, también con aquellos de otros equipos y tal vez de los jugadores del pasado (fíjate que yo me acuerdo del equipo del Torino cuando su avión se estrelló en Superga con todos sus jugadores a bordo: Bacigalupo, Ballarin, Maroso etc.).
Haz competiciones de memoria, por ejemplo de los libros que hayas leído (¿quien estaba a bordo de La Española en busca de La Isla del Tesoro? Lord Trelawney, el capitán Smollet, el doctor Livesey, Long John Silver, Jim…). Fíjate en si tus amigos recuerdan quiénes eran los sirvientes de Los Tres Mosqueteros y de D’Artagnan (Grimaud, Bazin, Mosqueton y Planchet)…Y si no quisieras leer Los Tres Mosqueteros (y no sabes lo que te pierdes) hazlo, qué sé yo, con alguna de las historias que hayas leído.
Parece un juego (y es un juego) pero verás como tu cabeza se poblará de personajes, historias, recuerdos de todo tipo. Te habrás preguntado por qué el ordenador se llamaba hace un tiempo, cerebros electrónicos: es porque fueron concevidos sobre el modelo de tu (de nuestro) cerebro, pero nuestro cerebro tiene más conexiones que un ordenador, es una especie de ordenador que llevas contigo y que crece y se refuerza con el ejercicio, mientras el ordenador que tienes sobre la mesa cuanto más lo usas más velocidad pierde y tras unos años tienes que cambiarlo. Sin embargo tu cerebro hoy puede durar hasta 90 años y a los 90 años (si lo has ejercitado) recordará más cosas de las que recuerda ahora. Y gratis.
Está también la memoria histórica, la que no tiene que ver con acontecimientos de tu vida o las cosas que hayas leído. Es aquello que sucedió antes de que nacieses.
Si hoy vas al cine tienes que acudir a una hora fija, cuando la película comienza, y apenas comienza alguien te coge de la mano y te dice qué es lo que sucede. En mis tiempos se podía entrar al cine en cualquier momento, quiero decir, incluso a mitad del espectáculo, se llegaba mientras estaban sucediendo algunas cosas y se intentaba entender que había sucedido antes (Luego, cuando la película comenzaba de nuevo desde el inicio, se veía si se había entendido del todo bien – y estaba el hecho de que si la película nos había gustado podíamos quedarnos a ver de nuevo lo ya visto).
La vida es como una película de mis tiempos. Nosotros entramos en la vida cuando muchas cosas ya han sucedido, desde cientos de miles de años, y es importante aprender lo que ha sucedido antes de que naciésemos; sirve para entender mejor por qué hoy acontecen nuevas cosas.
Ahora la escuela (además de las lecturas personales) debería enseñarte a memorizar aquello que sucedió antes de que nacieses, pero por lo visto no lo hace bien, porque varias encuestas nos dicen que los chicos de hoy, incluso los mayores que ya van a la universidad, si nacieron por ejemplo en 1990 no saben (y tal vez no quieran saberlo) que sucedió en 1980 (y no hablemos de lo que pasó hace 50 años). Nos dicen las estadísticas que si preguntas a algunos quien era Aldo Moro responden que fue el jefe de las Brigadas Rojas – sin embargo fue asesinato por las Brigadas Rojas.
No hablemos de las Brigadas Rojas, quedan como una cosa misteriosa para muchos, y eso que eran el presente hace 30 años. Yo nací en 1932, 10 años después de la subida al poder del fascismo pero sabía quién era el Primer Ministro en los tiempos de la Marcha Sobre Roma (Qué es?). Tal vez en la escuela fascista me lo enseñaron para explicarme como de estúpido y malo aquel ministro que los fascistas habían sustituido. Está bien, pero al menos lo sabía.
Y luego, aparte de la escuela, un chico de hoy no sabe quiénes eran las actrices del cine de hace 20 años mientras yo sabía quien era Francesca Bertini, que recitaba en sus películas mudas 20 años antes de mi nacimiento. Tal vez porque navegaba por viejas revistas acumuladas en el trastero de casa, pero en cualquier caso te invito a sumergirte también en viejas revistas porque es un modo de aprender que acontecía antes de que nacieses.
¿Pero por qué es así de importante saber que ocurrió antes? Porque muchas veces lo que sucedió antes explica por qué ciertas cosas suceden hoy y en cualquier caso, como para los equipos de fútbol, es un modo de enriquecer nuestra memoria.
Ten en cuenta que esto no lo puedes hacer solo sobre libros y revistas, se hace muy bien también a través de internet. Se puede usar no solo para chatear con tus amigos, también para chatear (por así decirlo) con la historia del mundo. ¿Quiénes eran los hititas? ¿Y los camisard? ¿Y cómo se llamaban las tres carabelas de Colón? ¿Cómo desaparecieron los dinosaurios? ¿El arca de Noé pudo tener un timón? ¿Cómo se llamaba el atentado del bue? ¿Había más tigres hace 100 años que ahora? ¿Qué era el Imperio del Mali? ¿Y quien hablaba del imperio del Mal? ¿Quién fue el segundo Papa de la historia? ¿Cuándo apareció Ratoncito Pérez?
Podría continuar hasta el infinito, y todas serían estupendas aventuras de búsqueda. Y todo para recordar. Llegará el día en el que serás anciano y te sentirás como si hubieses vivido miles de vidas, porque será como si hubieses estado presente en la batalla de Waterloo, hubieses asistido a asesinato de Julio César o estuvieses a poca distancia del lugar en el que Bertoldo el Negro, mezclando sustancia en un mortero para encontrar el modo de fabricar oro, descubrió por casualidad la pólvora, y saltó por los aires.
Tus amigos, que no habrán cultivado su memoria, habrán vivido una sola vida, la suya, que debería haber sido muy melancólica y pobre de grandes emociones.
Si hoy vas al cine tienes que acudir a una hora fija, cuando la película comienza, y apenas comienza alguien te coge de la mano y te dice qué es lo que sucede. En mis tiempos se podía entrar al cine en cualquier momento, quiero decir, incluso a mitad del espectáculo, se llegaba mientras estaban sucediendo algunas cosas y se intentaba entender que había sucedido antes (Luego, cuando la película comenzaba de nuevo desde el inicio, se veía si se había entendido del todo bien – y estaba el hecho de que si la película nos había gustado podíamos quedarnos a ver de nuevo lo ya visto).
La vida es como una película de mis tiempos. Nosotros entramos en la vida cuando muchas cosas ya han sucedido, desde cientos de miles de años, y es importante aprender lo que ha sucedido antes de que naciésemos; sirve para entender mejor por qué hoy acontecen nuevas cosas.
Ahora la escuela (además de las lecturas personales) debería enseñarte a memorizar aquello que sucedió antes de que nacieses, pero por lo visto no lo hace bien, porque varias encuestas nos dicen que los chicos de hoy, incluso los mayores que ya van a la universidad, si nacieron por ejemplo en 1990 no saben (y tal vez no quieran saberlo) que sucedió en 1980 (y no hablemos de lo que pasó hace 50 años). Nos dicen las estadísticas que si preguntas a algunos quien era Aldo Moro responden que fue el jefe de las Brigadas Rojas – sin embargo fue asesinato por las Brigadas Rojas.
No hablemos de las Brigadas Rojas, quedan como una cosa misteriosa para muchos, y eso que eran el presente hace 30 años. Yo nací en 1932, 10 años después de la subida al poder del fascismo pero sabía quién era el Primer Ministro en los tiempos de la Marcha Sobre Roma (Qué es?). Tal vez en la escuela fascista me lo enseñaron para explicarme como de estúpido y malo aquel ministro que los fascistas habían sustituido. Está bien, pero al menos lo sabía.
Y luego, aparte de la escuela, un chico de hoy no sabe quiénes eran las actrices del cine de hace 20 años mientras yo sabía quien era Francesca Bertini, que recitaba en sus películas mudas 20 años antes de mi nacimiento. Tal vez porque navegaba por viejas revistas acumuladas en el trastero de casa, pero en cualquier caso te invito a sumergirte también en viejas revistas porque es un modo de aprender que acontecía antes de que nacieses.
¿Pero por qué es así de importante saber que ocurrió antes? Porque muchas veces lo que sucedió antes explica por qué ciertas cosas suceden hoy y en cualquier caso, como para los equipos de fútbol, es un modo de enriquecer nuestra memoria.
Ten en cuenta que esto no lo puedes hacer solo sobre libros y revistas, se hace muy bien también a través de internet. Se puede usar no solo para chatear con tus amigos, también para chatear (por así decirlo) con la historia del mundo. ¿Quiénes eran los hititas? ¿Y los camisard? ¿Y cómo se llamaban las tres carabelas de Colón? ¿Cómo desaparecieron los dinosaurios? ¿El arca de Noé pudo tener un timón? ¿Cómo se llamaba el atentado del bue? ¿Había más tigres hace 100 años que ahora? ¿Qué era el Imperio del Mali? ¿Y quien hablaba del imperio del Mal? ¿Quién fue el segundo Papa de la historia? ¿Cuándo apareció Ratoncito Pérez?
Podría continuar hasta el infinito, y todas serían estupendas aventuras de búsqueda. Y todo para recordar. Llegará el día en el que serás anciano y te sentirás como si hubieses vivido miles de vidas, porque será como si hubieses estado presente en la batalla de Waterloo, hubieses asistido a asesinato de Julio César o estuvieses a poca distancia del lugar en el que Bertoldo el Negro, mezclando sustancia en un mortero para encontrar el modo de fabricar oro, descubrió por casualidad la pólvora, y saltó por los aires.
Tus amigos, que no habrán cultivado su memoria, habrán vivido una sola vida, la suya, que debería haber sido muy melancólica y pobre de grandes emociones.
My dear little nephew ,
I would not want this Christmas letter to sound too deamicisiana, and to show advice about the love for our fellowmen, for the country, for the world, and things like that. You would not listen to it and, at the time of putting it into practice (you adult and I passed away) the value system will be so changed that probably my recommendations would be outdated.
So I would like to dwell on one recommendation, which you will be able to put into practice even now, while surfing your iPad, nor will I make the mistake of discouraging you, not so much because I would look like a grandpa, but because I do it too. At most I can recommend you, if by chance you get on the hundreds of porn sites that show the relationship between two human beings, or between a human being and an animal, in a thousand ways, try not to believe that sex is that, among other things quite monotonous, because it's a staging to force you not to leave your house and watch real girls. I start from the principle that you are heterosexual, otherwise I adapt my recommendations to your case: but look at the girls, at school or where you go to play, because they are better than the real ones and those one day will give you greater satisfactions than online ones. Believe to those who have more experience of you (and if I had only looked at the sex at the computer your father would never be born, and you who knows where you would be, indeed you would not be at all).
But that's not what I wanted to talk to you about, but about an illness that has affected your generation and even that of the older boys, who may already be at university: the loss of memory.
It is true that if you want to know who Charlemagne was or where he is from Kuala Lumpur you have only to press a few buttons and the Internet tells you right away. Do it when you need it, but after you've done so, try to remember what you were told to not be forced to look for it a second time if by chance you got the impelling need, maybe for a search at school. The risk is that, since you think your computer can tell you at any moment, you lose the taste of putting it on your head. It would be a little like if, having learned that to go from via Tale to via Talaltra, there are the bus or the metro that allow you to move without effort (which is convenient and do it every time you're in a hurry) you think so you do not need to walk anymore. But if you do not walk enough you will become "differently able", as we say today to indicate who is forced to move in a wheelchair. All right, I know you do sports and then you can move your body, but let's get back to your brain.
The memory is a muscle like those of the legs, if you do not exercise it withers and you become (from the mental point of view) differently able and that is (let's be clear) an idiot. And besides, since there is the risk that when we grow old we get Alzheimer's, one of the ways to avoid this unpleasant incident is to always exercise the memory.
So here is my diet. Every morning he learns some verses, a short poem, or as they did to us, "La Cavallina Storna" or "Il sabato del villaggio". And maybe you compete with friends to know who remembers you better. If you do not like poetry foul with the formations of the players, but be careful that you do not just know who are the players of today's Rome, but also those of other teams, and maybe teams of the past (figured that I remember the formation of Turin when their plane crashed in Superga with all the players on board: Bacigalupo, Ballarin, Maroso, etc.). Make memorial contests, perhaps on the books you read (who was on board the Hispaniola in search of the treasure island?) Lord Trelawney, Captain Smollet, Dr. Livesey, Long John Silver,
It looks like a game (and it's a game) but you'll see how your head will be populated with characters, stories, memories of all kinds. You will have wondered why computers were once called electronic brains: it is because they were conceived on the model of your (our) brain, but our brain has more connections than a computer, it is a kind of computer that you carry around and that it grows and strengthens with exercise, while the computer you have on the table the more you use it the more it loses speed and after a few years you have to change it. Instead your brain can last up to ninety years and ninety years (if you have kept it in operation) will remember more things than you remember now. It's free.
Then there is the historical memory, the one that does not concern the facts of your life or the things you read, but what happened before you were born.
Today if you go to the cinema you have to enter at a fixed time, when the film begins, and as soon as it starts, someone takes you by the hand and tells you what happens. In my day you could enter the cinema at any moment, I mean even halfway through the show, you would arrive while some things were happening and try to understand what had happened before (then, when the film started again from the beginning, you could see if it was all right - apart from the fact that if we liked the film we could stay and review what we had already seen). Here, life is like a movie of my time. We enter life when many things have already happened, for hundreds of thousands of years, and it is important to learn what happened before we were born; it helps us to understand better why so many new things happen today.
Now the school (in addition to your personal readings) should teach you to memorize what happened before your birth, but you can see that it does not do well, because various investigations tell us that today's kids, even the big ones who already go 'universities, if they were born by chance in 1990 do not know (and perhaps do not want to know) what had happened in 1980 (and we do not talk about what happened fifty years ago). The statistics tell us that if you ask someone who was Aldo Moro they answer that he was the leader of the Red Brigades - and instead he was killed by the Red Brigades.
Not talking about the Red Brigades, they remain something mysterious for many, yet they were present just over thirty years ago. I was born in 1932, ten years after the rise to power of fascism but I knew even who was the prime minister at the time from the March on Rome (what is it?). Perhaps the fascist school had taught me to explain how stupid and bad that minister ("the fake Facta") was, that the Fascists had replaced. All right, but at least I knew it. And then, apart from school, a boy of today does not know who were the actresses of the cinema of twenty years ago while I knew who Francesca Bertini was, who acted in silent films twenty years before my birth. Perhaps because I was leafing through old magazines amassed in the closet of our house,
But why is it so important to know what happened before? Because many times what has happened before explains why certain things happen today and in any case, as for the formations of the players, it is a way of enriching our memory.
Be careful that this can not be done only in books and magazines, it is also very well done on the Internet. Which is to be used not only to chat with your friends but also to chat (so to speak) with the history of the world. Who were the Hittites? And the camisards? And what was the name of the three Columbus caravels? When did the dinosaurs disappear? Could Noah's Ark have a rudder? What was the name of the ancestor of the ox? There were more tigers than a hundred years ago today? What was the Mali Empire? And who instead spoke of the Empire of Evil? Who was the second pope in history? When did Mickey appear?
I could go on forever, and they would all be beautiful research adventures. And all to remember. The day will come when you will be old and you will feel like you have lived a thousand lives, because it will be as if you had been present at the Battle of Waterloo, had witnessed the assassination of Julius Caesar and were a short distance from the place where Bertoldo the Black , mixing substances in a mortar to find a way to make gold, he accidentally discovered gunpowder, and jumped into the air (and he was well). Other friends of yours, who will not have cultivated their memory, will have lived only one life, their own, which should have been very melancholy and poor in great emotions.
Thus he cultivates his memory, and from tomorrow he learns "La Vispa Teresa" by heart.
I would not want this Christmas letter to sound too deamicisiana, and to show advice about the love for our fellowmen, for the country, for the world, and things like that. You would not listen to it and, at the time of putting it into practice (you adult and I passed away) the value system will be so changed that probably my recommendations would be outdated.
So I would like to dwell on one recommendation, which you will be able to put into practice even now, while surfing your iPad, nor will I make the mistake of discouraging you, not so much because I would look like a grandpa, but because I do it too. At most I can recommend you, if by chance you get on the hundreds of porn sites that show the relationship between two human beings, or between a human being and an animal, in a thousand ways, try not to believe that sex is that, among other things quite monotonous, because it's a staging to force you not to leave your house and watch real girls. I start from the principle that you are heterosexual, otherwise I adapt my recommendations to your case: but look at the girls, at school or where you go to play, because they are better than the real ones and those one day will give you greater satisfactions than online ones. Believe to those who have more experience of you (and if I had only looked at the sex at the computer your father would never be born, and you who knows where you would be, indeed you would not be at all).
But that's not what I wanted to talk to you about, but about an illness that has affected your generation and even that of the older boys, who may already be at university: the loss of memory.
It is true that if you want to know who Charlemagne was or where he is from Kuala Lumpur you have only to press a few buttons and the Internet tells you right away. Do it when you need it, but after you've done so, try to remember what you were told to not be forced to look for it a second time if by chance you got the impelling need, maybe for a search at school. The risk is that, since you think your computer can tell you at any moment, you lose the taste of putting it on your head. It would be a little like if, having learned that to go from via Tale to via Talaltra, there are the bus or the metro that allow you to move without effort (which is convenient and do it every time you're in a hurry) you think so you do not need to walk anymore. But if you do not walk enough you will become "differently able", as we say today to indicate who is forced to move in a wheelchair. All right, I know you do sports and then you can move your body, but let's get back to your brain.
The memory is a muscle like those of the legs, if you do not exercise it withers and you become (from the mental point of view) differently able and that is (let's be clear) an idiot. And besides, since there is the risk that when we grow old we get Alzheimer's, one of the ways to avoid this unpleasant incident is to always exercise the memory.
So here is my diet. Every morning he learns some verses, a short poem, or as they did to us, "La Cavallina Storna" or "Il sabato del villaggio". And maybe you compete with friends to know who remembers you better. If you do not like poetry foul with the formations of the players, but be careful that you do not just know who are the players of today's Rome, but also those of other teams, and maybe teams of the past (figured that I remember the formation of Turin when their plane crashed in Superga with all the players on board: Bacigalupo, Ballarin, Maroso, etc.). Make memorial contests, perhaps on the books you read (who was on board the Hispaniola in search of the treasure island?) Lord Trelawney, Captain Smollet, Dr. Livesey, Long John Silver,
It looks like a game (and it's a game) but you'll see how your head will be populated with characters, stories, memories of all kinds. You will have wondered why computers were once called electronic brains: it is because they were conceived on the model of your (our) brain, but our brain has more connections than a computer, it is a kind of computer that you carry around and that it grows and strengthens with exercise, while the computer you have on the table the more you use it the more it loses speed and after a few years you have to change it. Instead your brain can last up to ninety years and ninety years (if you have kept it in operation) will remember more things than you remember now. It's free.
Then there is the historical memory, the one that does not concern the facts of your life or the things you read, but what happened before you were born.
Today if you go to the cinema you have to enter at a fixed time, when the film begins, and as soon as it starts, someone takes you by the hand and tells you what happens. In my day you could enter the cinema at any moment, I mean even halfway through the show, you would arrive while some things were happening and try to understand what had happened before (then, when the film started again from the beginning, you could see if it was all right - apart from the fact that if we liked the film we could stay and review what we had already seen). Here, life is like a movie of my time. We enter life when many things have already happened, for hundreds of thousands of years, and it is important to learn what happened before we were born; it helps us to understand better why so many new things happen today.
Now the school (in addition to your personal readings) should teach you to memorize what happened before your birth, but you can see that it does not do well, because various investigations tell us that today's kids, even the big ones who already go 'universities, if they were born by chance in 1990 do not know (and perhaps do not want to know) what had happened in 1980 (and we do not talk about what happened fifty years ago). The statistics tell us that if you ask someone who was Aldo Moro they answer that he was the leader of the Red Brigades - and instead he was killed by the Red Brigades.
Not talking about the Red Brigades, they remain something mysterious for many, yet they were present just over thirty years ago. I was born in 1932, ten years after the rise to power of fascism but I knew even who was the prime minister at the time from the March on Rome (what is it?). Perhaps the fascist school had taught me to explain how stupid and bad that minister ("the fake Facta") was, that the Fascists had replaced. All right, but at least I knew it. And then, apart from school, a boy of today does not know who were the actresses of the cinema of twenty years ago while I knew who Francesca Bertini was, who acted in silent films twenty years before my birth. Perhaps because I was leafing through old magazines amassed in the closet of our house,
But why is it so important to know what happened before? Because many times what has happened before explains why certain things happen today and in any case, as for the formations of the players, it is a way of enriching our memory.
Be careful that this can not be done only in books and magazines, it is also very well done on the Internet. Which is to be used not only to chat with your friends but also to chat (so to speak) with the history of the world. Who were the Hittites? And the camisards? And what was the name of the three Columbus caravels? When did the dinosaurs disappear? Could Noah's Ark have a rudder? What was the name of the ancestor of the ox? There were more tigers than a hundred years ago today? What was the Mali Empire? And who instead spoke of the Empire of Evil? Who was the second pope in history? When did Mickey appear?
I could go on forever, and they would all be beautiful research adventures. And all to remember. The day will come when you will be old and you will feel like you have lived a thousand lives, because it will be as if you had been present at the Battle of Waterloo, had witnessed the assassination of Julius Caesar and were a short distance from the place where Bertoldo the Black , mixing substances in a mortar to find a way to make gold, he accidentally discovered gunpowder, and jumped into the air (and he was well). Other friends of yours, who will not have cultivated their memory, will have lived only one life, their own, which should have been very melancholy and poor in great emotions.
Thus he cultivates his memory, and from tomorrow he learns "La Vispa Teresa" by heart.
lunes, 5 de febrero de 2018
viernes, 2 de febrero de 2018
Estereotomía
Cuando en 1923 Sigfried Giedion pronunció su discurso frente a los estudiantes de diseño durante la semana de apertura de la Bauhaus, su mensaje principal fue el de
“escuchar al material y destapar la vida oculta de lo amorfo”.
Para destapar el arte atrapado en la materia no hay que excavar sino tallar, por que tallar es cortar, pero también es dibujar, destacando lo importante respecto de lo superfluo.
Fuente: Íñigo García Odiaga.
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