https://www.youtube.com/watch?v=ak6rI-j07QU
El cineasta ruso Andrei Tarkovsky es considerado uno de los más grandes directores de la historia del cine (el más grande para Bergman), especialmente vinculado con una concepción poética del tiempo. O, como dice este excelente análisis de su cinematografía, cuando pensamos en en el cine puro, pensamos en Tarkovsky.
Como si fuera un alquimista que en un laboratorio se sirve de las correspondencias entre los metales y las energías del cosmos, Tarkovsky utiliza los elementos que tienen una correspondencia con ciertas emociones: el fuego, el agua, la tierra y el viento aparecen siempre como resonancias de las emociones internas o amplificaciones de ciertos sentimientos.
Dice Channel Criswell en el video que ningún cineasta empleó de manera tan magistral el silencio, un silencio que en toda su enormidad es lo mismo la anticipación del infinito que de la angustia.
Nos dice la voz del video que Tarkovksy no creaba símbolos arcanos de significado único, sino que dejaba abiertas las interpretaciones para que la audiencia hiciera su propio viaje de significado, viviera por sí misma la revelación del significado, a veces incluso a través de la ambigüedad y siempre siguiendo el instinto y no la lógica. "El pasado, el presente y el futuro, los sueños y la realidad se coagulan en una misma sustancia", cuya única razón de ser es el significado que tienen para la mente de los personajes. Y es que nuestra experiencia del tiempo en la mente, incluye la imaginación y la memoria y mezcla los sucesos con la fantasía, creando un crisol de eventos, experiencias, recuerdos y anhelos.
Como todos los grandes artistas, Tarkovsky nos muestra el tiempo mismo, con toda su realidad multidimensional, con escenas a veces incluso más reales que las experiencias de nuestra vida cotidiana. El tiempo es su tema, la desnudez misma de la existencia, la cual se revela en mayor medida en la naturaleza, en la infancia, en la gente humilde, en la nostalgia, en los sueños, en los poemas y en los momentos de melancolía y ternura. Tiempo que no es sólo una cantidad o una abstracción sino que se revela como una cualidad de la existencia, "la presión del tiempo" que invade las imágenes. El cine de Tarkovsky hace transparente el contenido emocional de las experiencias a través de la belleza de las imágenes y se detiene a contemplar, como si fuera un minucioso joyero de la fenomenología, los detalles del tiempo, que son donde se encuentra lo verdaderamente significativo, lo mágico y hasta lo divino.
Fuente: http://culturainquieta.com
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